Contrata sin regarla: Cómo encontrar al empleado perfecto para tu ferre

Poner una ferretería es todo un arte, pero elegir al personal correcto es como encontrar el dado exacto en una caja de miles. Y es que una mala elección te puede costar ventas, clientes y hasta la paz mental. Por eso aquí te van unos tips para que tu equipo sea como una llave estrella: fácil de manejar y que apriete bien.

1. Busca actitud antes que experiencia

Claro, si alguien ya sabe lo que es una segueta, mejor. Pero si trae buena actitud, ganas de aprender y se ve que no se raja fácil, ese vale oro. Lo técnico se enseña; la actitud, no tanto. Es como ese compa que no sabe bailar, pero le echa tantas ganas que hasta se lleva aplausos. A veces vale más la enjundia que la técnica.

2. Que no te vendan espejitos: haz pruebas

No te vayas con la primera impresión, porque hay gente que habla bonito pero no sabe ni cómo se agarra un desarmador. Aplica pruebas prácticas: pídeles que te digan para qué sirve una herramienta, que simulen una venta o que te armen una exhibición. Ahí verás si traen maña o si solo están echando rollo. Como dicen por ahí: mucho ruido y pocas tuercas.

3. Periodo de prueba (para comprobar si es de confianza y conocer sus mañas)

Antes de firmar contrato definitivo, ponles un periodo de prueba. No se trata de ponerlos en la silla eléctrica, pero sí de ver cómo se comportan sin saber si el trabajo es fijo. Así puedes ver si llegan a tiempo, si atienden bien al cliente, o si nomás están esperando la quincena. Con el tiempo, hasta le vas viendo las mañas: si es flojo, si se desaparece en inventario o si ya se anda ligando a la clienta. Como diría la abuela: "conócelo bien antes de darle las llaves del changarro".

4. Capacítalo desde el principio

Aunque ya sepa algo, siempre es bueno que todos los nuevos pasen por una mini capacitación. Enséñales tus formas de hacer las cosas, las marcas que vendes y hasta cómo tratar con los clientes. Que no entren como burro sin mecate. Hasta puedes hacerles un mini tour por la tienda: "mira, aquí están los clavos, aquí las brocas, y allá donde guardamos la llave nosa". Entre broma y broma, el conocimiento entra solo.

5. Cuida que hagan buen equipo

Una ferretería no es solo vender tornillos, es un trabajo de equipo. Elige gente que no solo sepa vender, sino que se lleve bien con los demás. Un ambiente pesado te puede tumbar las ventas. ¿Has visto cuando se agarran del chongo dos empleados en plena jornada? Malas caras, malos tratos y el cliente... sale huyendo. Busca a los que sumen, no a los que dividan. Y si hacen buen ambiente, hasta las ventas se sienten más ligeritas.

6. Dales chance de crecer (y de vender más)

Si ves que le echan ganas, enséñales más, dales incentivos por venta o confianza para que tomen decisiones. Un empleado que se siente valorado, no solo se queda, también se pone la camiseta (y hasta el mandil). A ese tipo hay que cuidarlo como al taladro de uso rudo: porque aguanta vara, da resultados y no se anda quejando. ¡Y aguas! Porque si no lo motivas, capaz que se lo lleva la competencia.

7. Y si no da el ancho, mejor corta por lo sano

No hay peor cosa que mantener a alguien que nomás está estorbando. Si ya hablaste con él, le diste chance y no cambia, es mejor decir "hasta aquí" antes de que se te caiga el changarro. No tengas miedo de sacar al clavo flojo, porque ese es el que te puede echar abajo toda la estructura. Mejor busca a alguien que encaje bien y que no ande flojeando a media faena.

¡Ojo! Elegir bien a tu equipo es como elegir tu martillo favorito: debe ser confiable, resistente y que no te saque ampollas. Así que tómate tu tiempo, afina el ojo y arma tu dream team ferretero.

Nos leemos en el próximo blog, porque aquí estamos para ayudarte a que tu ferretería sea un negocio de los buenos, de esos que hasta el de la competencia envidia.

#Ferretería #Contratación #TipsFerreteros #PersonalIdeal