5 errores comunes al exhibir productos que debes evitar

Sabemos que llevar una ferretería no es cualquier cosa. Y cuando se trata de exhibir los productos, muchos creen que con ponerlos sobre una repisa o colgarlos por cualquier lado ya están listos para vender (y la realidad es que si puedes pero eso no transmitirá la mejor imagen de tu ferretería). Pero no, eso es como tener el cajón de los cables revuelto con cargadores viejos, pilas sueltas y un control que ya ni sirve: puro caos sin sentido. Aquí te van los 5 errores más comunes al exhibir productos en una ferretería... y cómo evitarlos para vender más.

1. El caos total: todo amontonado como si fuera bodegazo

Poner todo junto sin orden ni sentido no ayuda a vender más... al contrario, confunde al buscar un producto y hasta hace que tú y el cliente pierdan tiempo valioso. Es como cuando abres la caja de herramientas y está llena de tornillos, tuercas, clavos y dados mezclados: te dan ganas de cerrarla y hacerte el que no vio nada. Organiza los productos por categorías (herramientas, plomería, eléctricos, etc.), usa señalización clara y deja espacios para que respiren. Eso ayuda a que el cliente encuentre lo que necesita sin desesperarse y que tú y tus colaboradores trabajen con más agilidad. Nadie debería andar escarbando como aguja en un pajar cada vez que alguien pide una llave allen.

2. Productos sin precio: ¡Esto no es una subasta secreta!

No hay nada que saque más de onda al cliente que no ver el precio. No todos se animan a preguntar, y muchos simplemente se van. Y siendo sinceros, si tienes los precios bien puestos y claritos, te ahorras al menos la mitad de las veces que te preguntan "¿Y en cuánto está éste?". Usa etiquetas claras, grandes y visibles, que se vean desde lejos y no obliguen al cliente a estar preguntando por precio.  Aunque claro, de los clientes preguntones nunca nos vamos a salvar... pero al menos les reduces las excusas.

3. Todo abajo, nada a la vista: el cliente no es contorsionista

Aprovecha la altura de tus estantes. Lo que quieras vender más debe estar a nivel de los ojos. Si lo escondes abajo o muy arriba, nadie lo ve y no se vende. Piensa en los supermercados: lo bueno siempre está en medio por algo. Y no es casualidad. A esa zona se le llama el "punto caliente" porque es donde más tiempo se detiene la mirada del cliente. Así que si estás dejando los productos estrella al fondo, arriba del estante viejo o abajo del mostrador, les estás quitando toda oportunidad. Usa esa franja visual como tu mejor vitrina, y cambia la exhibición seguido para que no se vea igual cada mes. ¡Dale protagonismo a las novedades y a lo que quieres mover!

4. Mala iluminación: como ferretería de película de miedo

Una tienda oscura espanta a cualquiera. Si el cliente tiene que sacar la linterna del celular para ver un desarmador, algo anda mal. Una buena iluminación no solo hace que los productos se vean mejor, también genera una sensación de confianza y limpieza. Nadie quiere comprar en un lugar que parece más una bodega abandonada que una ferretería. Pon especial atención a las áreas de exhibición, pasillos principales y vitrinas: ahí es donde la luz tiene que brillar. Usa luces blancas, cálidas o frías dependiendo del ambiente que quieras dar, pero que todo se vea bien. Y si tienes productos nuevos o en promoción, ¡ponles foco! Literalmente. Luz es igual a atención... y atención es igual a ventas.

5. No rotar el inventario: el polvo no paga renta

Si siempre dejas los mismos productos en el mismo lugar, se quedan como parte del decorado, como ese cuadro colgado que ya nadie ve. Rota el inventario cada cierto tiempo, cambia de lugar lo que no se vende, y dale protagonismo a lo nuevo o a lo que quieras mover. Un cambio de ubicación puede hacer que ese producto olvidado vuelva a llamar la atención, como si fuera novedad. Y no necesitas hacer una remodelación completa: con mover algunos estantes o armar una mini exhibición especial cada mes, ya estás haciendo que el cliente vea cosas distintas. Así el cliente siente que hay movimiento, variedad y novedades, aunque sea el mismo martillo de siempre, solo que ahora con mejor luz y en un lugar más vistoso.

Exhibir bien no es cuestión de suerte, es estrategia. Es como tener el mostrador limpio, ordenado y con la herramienta justo donde debe ir: todo fluye mejor. Si evitas estos errores, tu ferretería no solo se verá más profesional. Recuerda que el cliente compra con los ojos antes que con la cartera, y si tu tienda se ve como un lugar donde es fácil encontrar lo que necesita, volverá. Como dicen por ahí: el que no enseña no vende.